Más de mil personas presenciaron gala artística y cultural de estudiantes UdeC

• En un ambiente familiar, de amistad y compañerismo, más de 150 estudiantes UdeC pudieron exhibir todo lo aprendido en los cursos que permiten facilitar el proceso de adaptación e integración de la comunidad estudiantil al sistema de educación.

Tras dos años de pausa presencial, este jueves 15 de diciembre regresó a la Casa del Deporte de la Universidad de Concepción, la tradicional Muestra de Cursos Artísticos de la unidad de Actividades Extraprogramáticas perteneciente a la Dirección de Servicios Estudiantiles (DISE), oportunidad en la que se presentaron más de 150 estudiantes que durante el segundo semestre fueron parte de talleres, cursos y conjuntos estables de la casa de estudios.

Frente a más de mil personas que llegaron hasta el gimnasio A, estudiantes de distintas carreras brillaron en las presentaciones de Ballroom, Canto, Danza Moderna, Dibujo, Danzas Urbanas, Improvisación Teatral, Guitarra Iniciación, Oratoria, Percusión Latinoamericana, Salsa, BafoUdeC y Conjunto Huenuicán. Adicionalmente, como estudiantes artistas invitadas, se presentaron la cantante Macarena Ormeño y Catalina Parra con su proyecto musical Bitácora Celeste.

En un ambiente familiar, de amistad y compañerismo, los y las estudiantes UdeC pudieron exhibir todo lo aprendido durante el semestre en los cursos que permiten facilitar el proceso de adaptación e integración de la comunidad estudiantil al sistema de educación superior, incentivando la participación, la sociabilización y el desarrollo de la sensibilidad con el entorno.

Producto de la pandemia, las dos galas previas se realizaron de manera virtual, por lo que el regreso a los escenarios es un hito para las generaciones universitarias del 2020 al 2022. “Es emocionante volver a incorporar esta actividad al final del semestre, porque podemos ver el desarrollo de cada uno de los estudiantes en lo aprendido, y también porque evidenciamos el anhelo de quienes integran los cursos de presentarse frente a sus familiares y amistades. Y por supuesto que estas acciones son una distracción y un relajo en medio de las responsabilidades”, indicó al cierre de la gala artística el jefe de la unidad de Actividades Extraprogramáticas y director del Ballet Folclórico de la UdeC, José Antonio Cortés Flores.

Para la estudiante de Odontología e integrante de Danzas Urbanas, Javiera Herrera Munizaga, la experiencia de ser parte de los cursos ha sido justamente una ventana de distensión ante la presión de los estudios. “Es la primera vez que participo en los talleres y la verdad es que estoy súper agradecida. Es mi momento feliz de la semana, porque te cargas de energía positiva si estás triste o atareada, y además pude compartir con compañeros y compañeras de diferentes carreras; se hizo una conexión muy bonita”, expresó.

Su compañero del curso de Oratoria, Germán Corso Gerardo, se mostró feliz por la oportunidad de poder conducir la sección de danza de la gala, poniendo en práctica las técnicas aprendidas durante estos últimos meses. “Me gustó mucho participar, porque me enseñaron a manejar al público, a hablar correctamente en distintos contextos y desarrollar habilidades blandas. Me ha servido en la universidad para expresarme mejor al momento de exponer y también como descarga emocional”, comentó el estudiante de Química y Farmacia.

Campus para la familia y la vida universitaria

Apenas salió del trabajo, Cristian Branada Jara llegó hasta la Casa del Deporte con toda su familia para ver a su hija Silvia, estudiante de Ingeniería en Estadística, que se presentó con el grupo de Danza Moderna. “Llegamos corriendo para verla y fue muy emocionante. Se inscribió este año y la verdad es que le ha servido mucho, necesitaba tener algo extra que la sacara solo de los estudios. Llegaba siempre contando a la casa lo que ensayó y la veo muy bien. Es un orgullo para nosotros”.

“Ha sido una muestra preciosa y emocionante. Ella hace un tiempo que participa y es muy bueno que existan estas instancias, que compartan con sus compañeros y que se distraigan”, indica María Iris Carrasco, mamá de Carolina Valenzuela, estudiante de Ingeniería Civil en Matemática, y también participante del curso de Danza Moderna.

Y es que, para la Dirección de Servicios Estudiantiles, disponer de estas actividades no solo beneficia la salud integral, sino que también es un factor protector para la comunidad universitaria y sus visitantes. Así lo expresó la directora de la DISE, Cecilia Pérez Díaz, quien, en sus palabras de bienvenida a la gala, enfatizó en la importancia de la generación de instancias que contribuyan a la convivencia y a la ocupación de espacios para beneficio de todos quienes habitan el campus. “El valor de estos cursos es enorme, porque generan factores protectores de salud desde una mirada colectiva y porque nos permiten ocupar los espacios de la universidad, tanto las áreas abiertas como las instalaciones, con actividades que son propias de la vida estudiantil y comunitaria, fomentando la convivencia, la participación y alejando las conductas que no son parte del quehacer universitario”.